Pueblo mío, pueblo del alma, ¿es que no ves el suplicio que destruye nuestra Patria? ¿Es que no miras la confusión que te entregan los partidos? Mira al campo desolado y al campesino, que hastiado se va a la guerrilla. Mira al joven confundido por las calles que en derroche de promesas sólo la droga y el licor alcanza. ¿No ves acaso las políticas foráneas que introducen a tu pueblo; que siembran el terror y el odio y se adueñan de nuestro territorio? ¿No ves cómo nuestra autenticidad se fue a los suelos? Observa cómo la violencia resuena en todos los rincones y cuando llega la luz, tu cabeza escondes como el avestruz. Pueblo mío , pueblo del alma, no te resignes con las falsas doctrinas no genuflexes tu cuerpo ante el dinero, mira la fuente de luz que te entrega este movimiento. Soy tu guía, mas no tu dios, soy el conductor de tus derechos soy la fuerza que multiplica tus bienes soy la isla descontaminada que obedece a las leyes de la naturaleza. Pueblo mío, pueblo del alma, permite que tu hogar se vuelva de nuevo encanto que tus hijos vivan y disfruten de la dicha del trabajo y del fruto que viene del campo. Deja que al aire fresco que expele nuestro movimiento te dé la miel y acabe con la hiel que por años el gobierno te entregó. Deja que tus atardeceres sean espectáculos armoniosos con la cosecha del día y tus noches te den la armonía elevando tu espíritu y las gracias dárselas a Dios. Permítele al Movimiento enviarte cartas de amor dándote empleo, salud y educación. Deja que vuelvas a ver el cristalino arroyo que veas caer el fruto que da el campo que conozcas el amor en las montañas que la universidad pertenezca al campesino y los niños regresen a sus hogares. Deja que tu Patria sea emulada por todas las naciones y que, el Movimiento Unitario Metapolítico te quite las cadenas y te dé la libertad. REGINA LISKA |