¿Qué tú eres mi enemigo?

Qué va. No eres más que un cobarde buscando destacarte
por encima del complejo que entregan la envidia Y el desespero,
al no lograr lo que logran los demás.

Eres una fuerza destructora dentro de tus mismos linderos.
Fuiste tú, quien sembró con tu odio esa red de mala suerte
que ahora te cobija y no deja que la vida te entregue ningún
premio.

No duermes pensando qué mal puedes hacerle a aquél
que bien trabaja y a los suyos alcanza.

No puedes ver la belleza en los colores por estar metido
en la oscuridad de tus entrañas.

En el día no ves cómo resplandece el sol y cuando llueve
lo bellas que se ponen las flores. En cambio, no duermes
tratando de enhebrar todas tus fechorías que al final
te sirven de trampa peligrosa para ti y tu familia.

Siempre ves en lo demás lo que sucede en tu interior,
ese deseo de fracaso; ese resentimiento por tu incapacidad,
ese anhelo de subir muchas escalas a la vez, que te fatigan
antes de llegar y doblegan tu interior.

Hoy te miro con tristeza y a la vez con gran placer.
Porque fuiste tú, ese abono necesario en el vivir,
porque fuiste como el Judas que hizo ver y conocer
al Redentor. Porque hoy yo duermo bien, porque
es clara hoy mi mente y el descanso me hizo libre
y en la cárcel hoy yo vivo, pero tú en la calle encadenado
morirás y la dicha de conciencia jamás alcanzarás.

Te quiere

REGINA LISKA